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En primer lugar, los amantes de la cocina tradicional encontrarán en Café-Bar Bigote un homenaje a los sabores típicos de la región. Platos como la pipirrana, el ajoblanco y las gachas de Jaén son imprescindibles, elaborados con ingredientes frescos y locales que resaltan la riqueza de la dieta mediterránea. Además, no falta el aceite de oliva virgen extra, protagonista indiscutible de la cocina jiennense, que se integra en cada plato, desde las ensaladas hasta los guisos.
Para quienes buscan algo diferente, la carta también incluye propuestas innovadoras. Destacan las croquetas gourmet de sabores variados, como jamón ibérico, setas y queso de cabra, o espinacas con piñones. También son populares las tostas creativas, que combinan ingredientes como salmón ahumado, aguacate y miel de caña, o solomillo con queso azul.
En el apartado de carnes, el Café-Bar Bigote ofrece especialidades como el chuletón de ternera y el secreto ibérico a la brasa, siempre preparados al punto exacto para realzar su sabor. Por otro lado, los pescados frescos, como la lubina a la sal o el bacalao gratinado con alioli de ajo negro, completan la oferta para los amantes de los productos del mar.
No podemos olvidar las opciones para compartir, como las tablas de embutidos y quesos, o los exquisitos montaditos. La carta también incluye opciones vegetarianas y postres caseros, como la famosa tarta de queso al horno y el flan de café.
Con su ambiente acogedor y su carta diversa, el Café-Bar Bigote se consolida como un lugar donde cada visita es una celebración de la buena mesa y la hospitalidad de Jaén.